La alegría es la piedra filosofal que todo lo convierte en oro


 Cada persona que habla conmigo no hace más que confirmarme que la tesis de Aristóteles era verdad: ''Las diferentes formas de vida del ser humano no buscan otra cosa sino la felicidad''. Le preguntemos a quien le preguntemos, si le gusta estudiar o salir de fiesta, si le gustan los hombres o las mujeres, si quiere hijos o no, si cree en Dios o le es indiferente, si le gusta el campo o la playa; sea lo que sea, siempre a través de los diferentes gustos y las diferentes luchas el hombre solo busca una sola cosa: Ser feliz. Nadie puede negar que el hombre solo anhela esto, y si solo anhela esto es entonces que le falta y ¿por qué le falta tanto? ¿Por qué tenemos maneras tan distintas de acercarnos a la misma cosa? ¿Qué es realmente la felicidad? ¿La felicidad es solo un sentimiento, un sentimiento que buscamos los miles de millones de persona en el mundo? 
Nos han dicho que la forma de ser feliz es buscando la sabiduría y el conocimiento, pero -como dice Saramoga- a veces por más que veo y aprendo, más infelicidad me entra al alma, porque más soy capaz de vislumbrar la mierda de mundo en la que vivo y lo imposible que es arreglarlo; es ridículo, es como que la gente sabe que es infeliz, que quiere ser feliz, pero no hace nada al respecto ni pretende hacerlo. 
Como escribe José Saramoga en ensayo sobre la ceguera, yo también a veces daría todo por no ver nada, por solo dejarme llevar por las personas que sí ven, o simplemente por la naturaleza y por instintos y hacerme la ciega, total el hombre se acostumbra a todo... A veces me pregunto por qué mierda mi vida es más difícil y no me tocó la ceguera también, así todo sería más fácil; pero luego me respondo que mi meta en la vida es ayudar a los ciegos a ver, igual como alguien lo hizo conmigo, por consiguiente si fuese ciega, no tendría motivos para vivir más que seguir respirando. ¿Y qué pasa con los siempre ciegos? ¿Cuál es su motivo para vivir? 




"Es muy fácil vivir haciendo el tonto. De haberlo sabido antes me habría declarado idiota desde mi juventud, y puede que a estas fechas hasta fuera más inteligente. Pero quise tener ingenio demasiado pronto, y heme aquí ahora hecho un imbécil."


Ella le preguntó por esos días si era verdad, como decían las canciones, que el amor lo podía todo. "Es verdad", le contestó él, "pero harás bien en no creerlo".


"Siempre habrá gente que te lastime, así que lo que tienes que hacer es seguir confiando, y solo ser más cuidadoso en quién confías dos veces."

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