Dreams

Sé que mi teoría era que los libros si se podían hacer realidad, desde el más fantasioso, hasta el más realista... Pero en lo que no creí, era en el final feliz. Decía que hay dos finales felices, y cien mil personas; entonces, tan sólo dos iban a conseguirlo. Ayer, hoy... son días en que mi vida podría haber cambiado para siempre. Él me dijo que me amaba... que esta vez no era un juego, que esta vez era para siempre. Sigo pensando que nada de esto es real, que todo no es más que un sueño; que debo despertar y enfrentarme a la verdad de la incorrespondencia... pero no puedo, porque en el fondo de mi ser, sé que no quiero despertar. Cuando este sueño se acabe, entonces vendrá la muerte, porque no creo poder sobrevivir a algo así. Me siento feliz, había olvidado el significado de esta palabra, había olvidado qué era el decir ''estoy bien'' cuando realmente lo estaba. Hoy, sin embargo, puedo decir que estoy bien y que soy feliz. No sé si vuelva a escribir. Quizás... alg

Hoy escuché mi corazón latir, y puedo escuchar el tuyo también; me siento muy feliz de estar aquí, todo está perfecto, no necesito nada más. Si pudieses sentir cuánto te amo, te darías cuenta de que no existe un amor más grande que este. Hace ya un poco más de cuatro semanas que pude escuchar nuestros corazones latir. Y hoy ya me siento mas grande, puedo moverme; quise mostrarte lo nuevo que puedo hacer, pero parece que mi patadita te hizo enojar; no logro comprender la razón. Pero te doy gracias aún así, por todo, por darme la vida, por este pequeño espacio dentro tuyo y por nutrirme día a día. Te quiero mucho. ¿Mami?. Algo extraño está pasando, algo ocurrió que me está haciendo mucho daño, me está lastimando, me duele, mi cuerpo está completamente moreteado. Puedes hacer algo?. Me siento muy mal, ayúdame. Ya han pasado unas horas y creo comprender lo que está ocurriendo; quieres que me vaya, ¿verdad?. Si me lo hubieras dicho antes, hubiese intentado que mi corazón no latiese nunc

El otro día escuché una conversación de unas señoras que iban delante mío en la micro; y estas comentaban que ninguna persona en realidad era indispensable; que a la hora de alguien morir, las otras personas continuaban su vida de alguna manera: mejor o peor, pero la continuaban. Yo pensé: si él se muriese, ¿Podría yo, continuar con mi vida? la respuesta era obvia: no. Intente entrometerme y les hablé sobre mi punto de vista, de que cuando uno ama a alguien ya no puede vivir sin esa persona, que esa persona se hace indispensable para uno. Me lo negaron; me dijeron que había perdido la cordura; que era una mocosa que aún no conocía la vida; que aún no me había enamorado; que eso no era amor, que eso era una estupidés . Sentí pena por ellas y por su ignorancia a pesar de su experiencia y trayectoria, me reí.